Jesus bleibet meine Freude BWV 147 (Bach)

Esta es la pieza de johann Sebastian Bach que me resulta más entrañable, sobre todo la música en sí misma. Es preciosa: disfrútenla mucho.

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Comuníquese: ¡Hágase sentir!

Aquí el tiempo no cuenta; un año no importa y diez años no son nada; ser artista significa no calcular ni medir; madurar como el árbol que no apremia su savia y se yergue confiado en medio de las tormentas de primavera, sin miedo a que después pueda no llegar el verano. Pero el verano siempre acude. Sin embargo, acude sólo para los pacientes, para aquellos que tienen ante sí toda la eternidad, tan libres de cuidado, serenos y distendidos. Lo aprendo a diario, lo aprendo en el dolor. Estoy muy agradecido al dolor. ¡Todo es paciencia!

Rainer María Rilke

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